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Hoy miércoles se sabrá definitivamente si Gio puede jugar ante el Valladolid. El Mallorca cree que sí, y cuenta con el visto bueno de la Federación. Sin embargo ésta ha trasladado una consulta a la FIFA, y en las próximas horas dará la respuesta. Si es positiva, al mexicano le espera una verdadera odisea el próximo sábado, tal y como podéis leer, con infografía incluida, en nuestra edición de EL MUNDO. Os lo explico por encima.

El Mallorca basa su defensa en el hecho de que en la planificación original de la temporada, la FIFA no le dio a los partidos internacionales de la primera semana de junio la etiqueta de oficiales. Ese detalle es muy importante, porque en caso contrario el mexicano hubiera tenido que estar a las órdenes de su seleccionador con cuatro días de antelación, mientras que ahora se le aplica la norma de tan sólo 48 horas que rige las jornadas destinadas a partidos amistosos. La Federación Mexicana no está de acuerdo, y exige que Gio vuelve el viernes a Houston, donde están concentrados, porque el próximo día cuatro tiene compromiso clasificatorio para el Mundial de Brasil en Kingston ante Jamaica. Pero el Mallorca a lo que se agarra es a la calificación de la FIFA, y la consulta que se hizo ayer martes a los servicios jurídicos de la Federación Española arrojó un resultado positivo.

Si todo va bien, Gio estará a las órdenes de Manzano, pero no podrá ni celebrar la permanencia ni llorar el descenso. Inmediatamente después de que el árbitro pite el final del partido ante el Valladolid, más o menos a las once de la noche, y una vez se haya duchado, le estará esperando un taxi para llevarle de urgencia al aeropuerto de Son Sant Joan, donde ya estará calentando motores un jet privado que va a contratar el club. Existen dos posibles itinerarios que se decidirán en las próximas horas. El caro, un Falcon que le llevará directamente desde Palma a Houston, previa escala en Canadá para respostar. Nada menos que 8.500 kilómetros. El precio, 80.000 euros. La opción más económica pasa por volar en otro avión privado hasta París y allí tomar el domingo a las diez de la mañana un vuelo comercial de Delta Airlines con destino a Houston, en el Estado de Texas (ciudad que, y esto lo añado yo, es una de las más sosas que conozco en USA). En cualquiera de los dos casos estará a las órdenes del seleccionador Chepo de la Torre en el plazo de 48 horas previsto.

En toda esta operación, y es justo reconocerlo, ha sido vital la implicación tanto de Gio como de su padre, que han mostrado el máximo interés por quedarse en la isla a jugar el último partido de Liga. Teniendo en cuenta que lo más probable es que sea también el último del mexicano como jugador del Mallorca, y pensando también que el futbolista se está jugando ir al Mundial con su país (que no lo tiene fácil), creo que hay que descubrirse ante el delantero, sea cual sea la decisión que hoy le traslade al Mallorca la Federación Española de Fútbol. (Tomeu Maura)