El Miedo a fallar…… de un Delantero

15 abril 2013 | Por lorenzo | Categoria:

16_09_2011_14_15_59_2026104879Pase al hueco que te deja solo frente a frente contra tu mayor pesadilla, el portero. Todo pasa muy deprisa y el silencio se apodera del estadio. Solo estĂĄis tĂș, el balĂłn y Ă©l. La porterĂ­a se te hace pequeña y millones de cosas rondan por tu cabeza. Millones de cosas menos el gol, porque antes de golpear ese balĂłn, ya tienes asumido que terminarĂĄ fuera de la red.

Otra vez vuelve a ocurrir, otra vez roza el poste y se desvía fuera. Te llevas las manos a la cabeza y miras al cielo. No te lo puedes creer. Sientes una rabia interior por dentro, una rabia difícil de explicar, una rabia que nunca entenderå quien no haya tenido esa sensación. Miras al graderío, desolado, y los aficionados te miran a ti exigiéndote mås, exigiéndote goles.

Goles que no llegan, no porque no quieras, goles que no llegan porque tu cabeza ya se nubla cuando ves porterĂ­a.Miedo al fallo, a dar un pase mal, miedo a las crĂ­ticas y al no poder recuperar tu mĂĄximo nivel. Ese nivel que un dĂ­a te hizo grande y en el que las personas que te quieren confĂ­an en que volverĂĄ.

Pensar que no vales para el fĂștbol. Si el fĂștbol lo es todo para ti, no sĂ© cĂłmo eres capaz de pasar horas y horas durante toda tu vida y llegar a pensar que no vales para el esto. El problema no estĂĄ ahĂ­, el problema estĂĄ en tu interior.SĂ© exigente contigo mismo, pero nunca seas demasiado cruel contigo. Cada jugador sabe dĂłnde estĂĄ su lĂ­mite. AnĂ­mate y trabaja mĂĄs que nunca, porque solo asĂ­ llegaran los objetivos.

Nunca te rindas. Si te sientes mal pide ayuda y sigue caminando, pero nunca te des por vencido. Porque si no crees en ti mismo, ¿quién lo harå?, nadie.Mientras tanto ahí estaremos todos tus compañeros apoyåndote y echåndote el brazo por encima del hombro para seguir este camino juntos. Porque somos conscientes que cualquier día, en cualquier momento, le puede pasar a cualquiera de nosotros.Así que levanta esa cabeza resguardada entre tu camiseta, dame un abrazo y pégate una ducha fría. El próximo partido tienes otra oportunidad de demostrar lo que vales.

 

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