Sports De Ca Nostra

Un año más acaba el Voley Ciutat Cide su temporada. Este año ha disputado la primera nacional femenina, tras quedar campeón de liga FEV la temporada pasada y tener que renunciar a jugar en Superliga 2 a principios de esta por falta de presupuesto. Ha sido un año complicado sobre todo el lo económico, pero no con poco esfuerzo este fin de semana el club balear pone fin a la temporada. Lo hará en casa del Grau de Castellón, ante un rival de los teóricamente más asequibles, que se encuentra situado en la última posición de la liga. Aunque en deporte no existe la lógica, de conseguir la victoria el equipo colegial deberá mirar de reojo los resultados de los demás encuentros para conocer su clasificación final.
En estos momentos el Ciutat Cide se encuentra situado en una clara cuarta posición, empatado a puntos con los terceros clasificados, el Sant Cugat, y a una victoria de Sant Boi y Vall d’Hebrón. Por tanto las matemáticas no fallan, en la última jornada todo puede pasar desde quedarse como está, hasta adelantar a los tres equipos que le preceden y quedar campeón de liga. Acontecimiento altamente improbable de todas formas. Lo normal será que todos los equipos de la parte alta cumplan con la victoria y que las posiciones se respeten, pero nunca se sabe.
Una liga marcada por la igualdad absoluta de todos los conjuntos, sobre todo de estos cuatro primeros, que han estado infringiéndose victorias y derrotas los unos a los otros, sólo el azar y un poco de mala suerte, en este caso los sets en contra, harán que el equipo mallorquín no quede más arriba. Las perspectivas de la entidad se han cumplido con creces, en un año marcado por los cambios presupuestarios del club y en donde se ha pasado al amateurismo total de toda su plantilla, no se tenía claro cual podía ser la posición final de un grupo de jugadoras, que pese a sus problemas y dificultades han demostrado que tienen nivel suficiente para estar en lo más alto, si encuentran el apoyo necesario.
Ahora pues tan sólo quedará cerrar la temporada en el partido en Castellón y sentarse a valorar los pros y contras de una categoría nacional, y de empezar a evaluar si vale la pena el gran esfuerzo que esta haciendo el club sin ningún tipo de ayuda para mantener al equipo. O por el contrario barajar la posibilidad de abandonar dejando al voleibol mallorquín huérfano de equipos en categorías nacionales.
La solución se antoja complicada y desde la entidad rojoblanca tan sólo ven una posibilidad, trabajar durante estos próximos meses para encontrar los apoyos privados necesarios de cara a la próxima temporada. Las cantidades que se manejan en este deporte son ridículas en comparación con otros, pero aun así se augura difícil encontrar a un mecenas por la situación económica actual.
La junta directiva quiere agradecer a jugadoras, cuerpo técnico y aficionados el trabajo y apoyo demostrado durante todo la campaña, que a buen seguro deja a todo el mundo un buen sabor de boca.