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Este es posiblemente el tren donde más pasajeros suben, para en todas las ciudades,todos los pueblos y todos los barrios. Hay pasajeros que van muy cargados de maletas y otros que se suben sabiendo que solo es un paseo. No es fácil saber desde el principio hasta donde se quiere llegar pero a medida que se van conociendo barrios es más difícil bajarse, es un viaje emocionante en el que es imprescindible vivir el día a día aunque no es fácil dejar de pensar en la próxima parada o el próximo transbordo. A veces unos han de quedarse en una estación donde no se encuentran a gusto, no es como pensaban pero no pueden subir en el primer tren que pasa, o porque no quedan plazas o porque no pasa el tren que más conviene. Durante el trayecto se conocen a muchos pasajeros con los mismos sueños y los mismos objetivos, es de agradecer encontrar a otros que saben lo que sienten. Cada tren tiene un conductor y es quien decide quienes son los que podrán salir el fin de semana a visitar la ciudad, solo once, aunque es posible que 5 vayan detrás no vaya a ser que alguno de los once necesite descansar. El resto de pasajeros se queda en el tren esperando su oportunidad, pueden pasar meses hasta tener una. Hay que tener la suficiente intuición para coger el tren de tu vida, algunos dicen que no pasa dos veces, pero no es solo que pase , es importante que cuando pase estés preparado para cogerlo.

Van pasando los años y cada vez cuesta más cambiar de ciudad y de tren. Es fundamental saber decidir cuando te bajas para quedarte porque cuando no hay sitio en el tren te ves obligado a dejarlo tal como te encuentres en ese momento, he visto muchos bajarse en chancletas sin saber donde ir. Los he visto llorar, no lo hacían porque les doliera bajarse, lloraban porque no sabían donde ir ni que hacer.En el tren hay una rutina que parece eterna pero no lo es, con treinta y pocos hay que buscarse otra. Muchos optan por perseguir trenes a pie o en bicicleta los domingos por la mañana.