La geometría salvó a Pep Lluis Martí

12 marzo 2013 | Por lorenzo | Categoria: Real Mallorca

La línea recta, tan simple y unidimensional ella, se le antojaba inabordable a Pep Lluis Martí. Lejos de ser un grado, la veteranía era para él un lastre demasiado pesado. Por aquel entonces, la gasolina de Martí se esfumaba mucho antes de su depósito que la de sus compañeros. Él, que siempre había sido un diesel. Él, que durante toda su carrera vivió de tener algo más de fuelle –e inteligencia- que los demás. El 4-4-2, doble pivote en ristre, característico y casi inamovible de Caparrós, agudizaba los problemas del centrocampista, dejaba sus carencias físicas a la vista de todos. Y todos, en consecuencia, le señalaban con el dedo.

 

Paradójicamente, el regreso del entrenador que más domingos se ha sentado en el banco de Son Moix trajo consigo ideas nuevas. Un cambio de esquema, construcción de pequeñas asociaciones y la inclusión del tercer pivote. La línea recta de Martí encontró un nuevo vértice para formar el triangulo que ensalzaría al centrocampista mallorquín. En el momento idóneo, cuando el Mallorca acababa de fichar a un competidor directo como Tissone, y pese a no haber dado la talla en lo que iba de temporada, el veteranísimo pivote daba un puñetazo sobre la mesa para reivindicar su figura.

Cosas del destino, el momento culmen de la temporada para el propio futbolista y su equipo llegó ante su antiguo amor. El Sevilla, segunda casa –o primera, según a quién le preguntes- de Pep Lluis Martí, sufrió el mejor partido que ha disputado hasta ahora. Intuitivo en el aspecto táctico e inteligente en el físico, el que es ángulo más retrasado del centro del campo bermellón dio una lección maestra de lo que debe ser un centrocampista defensivo. Una compresión excepcional del balance ataque-defensa permitió a su equipo resguardarse con seguridad para salir, en pies de sus dos escuderos, a la búsqueda de contraataques vertiginosos.

Su recuperación no sólo se debe al cambio de esquema, también a la comprensión del nivel físico de un equipo sobreexplotado en el inicio del campeonato. Tanto Martí como Nunes, otro veterano con la duda pendulando sobre su cabeza, se han visto beneficiados por el libro de estilo de Toni Servera. El preparador físico se ha dedicado durante las últimas semanas a recuperar el tono de un equipo que se iba hacia abajo cerca del minuto 60. Mucho más tiempo tendrán que aguantar corriendo si quieren sacar algo en claro del Santiago Bernabéu, un escenario en el que, culpen a su quinta tarjeta amarilla, no podrá actuar el futbolista que mejor sabe correr de toda la plantilla. (Tomeu Maura)

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