MANUAL DEL ENTRENADOR GANADOR EN FÚTBOL BASE, RESTOS DE SALDO (para todos los Entrenadores de Fútbol Base)

14 enero 2013 | Por lorenzo | Categoria:

El artículo seleccionado de hoy habla de los torneos y especialmente de los entrenadores ganadores a cualquier precio en la base, Mourinhos de pacotilla y formadores de su futuro a cuenta de hacer el zumo antes de que la fruta esté madura, levantadores de Trofeos como si todo el mérito fuera suyo, destructores del espectáculo con sus tácticas y estrategias copiadas de un «manual del ganador» y diseñadas para conseguir el fin deseado, un fin que no es otro que el decir !!YO GANÉ!!. Estamos en plena resaca de multitud de Torneos, algunos con tanta difusión mediática que dejan completamente «en pelotas» a muchos de estos personajes. Y ya no hablamos del clásico entrenador del «Rouzós de Arriba» -ejemplo- que bastante hace con juntar a ocho niños y evitar que les metan veinticinco, el Mou básico ya está formando parte de muchas ¿escuelas? de élite. Claro está que uno no es nadie para criticar a estos estudiosos e incluso atrevidos recetadores de consejos para otros.
¿De quien es la culpa?… si es que hay culpa, ya que al final los que siguen saliendo en la foto son los ganadores y nunca se hablará de los que quedan en el camino, los que pudieron ser pero no han sido ya que no son buenos tiempos para la paciencia.

Abajo el articulo comentado y que expresa mucho mejor lo que uno quizás no sepa ya que no está sobradamente «titulado», pero tiene dos ojos y ve por ejemplo como el mejor equipo infantil de una de las grandes canteras españolas -gallego por cierto- hace dos cambios a falta de tres minutos, para perder tiempo… claro está que el rival era «de otra liga», de la parte baja para entendernos. Si esto lo hace uno de mi pueblo lo crucifican de forma anónima al amanecer.

Cuando hablamos de fútbol base, todos somos muy dados a mencionar palabras como diversión, disfrute, alegría, formación, aprendizaje… Pero muchas de esas palabras terminan en sacos rotos. Al final, gran parte de los entrenadores y de los responsables deportivos, se obsesionan por conseguir resultados victoriosos. No buscan la formación del futbolista, buscan el conseguir un resultado inmediato, escudándose en decir que para formar jugadores, hay que aprender a competir.

Esa determinación es correcta, y a todo jugador en su formación hay que enseñarle a ganar, enseñarle a competir, para hacerle ver que participa en un deporte de competición. El problema sucede cuando el entrenador solo piensa en ganar por encima de todo, entonces no está enseñando a competir, está compitiendo él. Para lograr éxitos él.
Al querer ganar el entrenador, exige a sus jugadores rendimientos de competidores. Y ese no es el camino, porque por el camino se va olvidando de los procesos de aprendizaje para poder saber competir.
 
Esto, unido a cierto responsable deportivo que, incluso le introduce presiones al entrenador para tener que conseguir resultados, conduce al director de esos equipos a exigir a los jugadores el máximo rendimiento. Y con esto, nos olvidamos de las edades de los niños, y nos olvidamos de su capacidad intelectual para poder asimilar esa presión innecesaria que le está marcando el club y/o el entrenador.
Esto conduce a observar partidos y torneos de niños, donde en plantillas de 12 jugadores, sólo juegan 8, y no cuentan prácticamente para nada con los otros 4 jugadores. Así que, de momento, en la formación han realizado un primer filtro, de 12, cuatro ya no valen. En el siguiente torneo será igual, y según van creciendo, de esos 12 jugadores, habrán pasado unos filtros…un par de ellos. Pero bueno, eso al entrenador de ese grupo en la actualidad no le preocupa, porque él quiere ganar el torneo en el que participa, para luego presumir que ÉL ganó un torneo.
Todo ello hace reflexionar que los Torneos de Fútbol Base, no son para disfrutar y convivir con diferentes equipos, y que participen prácticamente todos los jugadores, para observar el talento de los niños, se convierten en Torneos de competición donde empiezo a observar que TODO vale para levantar el trofeo, y dejamos de lado todos los procesos formativos y educativos.
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En mi etapa de EEUU, cuando estaba en la Dirección de la Academia, nos obligaban en todos los Torneos que los jugadores jugarán por lo menos un tiempo entero de cada partido. Eso servía para hacerle ver a los jugadores que todos eran importantes, que el grupo necesitaba a todos, y obligaba a los entrenadores a esforzarse en enseñar y educar a todos los jugadores, y no sólo a los que ‘’ganan’’ los partidos.
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Consecuencias: Todos los jugadores se sentían importantes, y no había grandes diferencias dentro de las plantillas. No había jugadores que acudían a los torneos como espectadores desde el banquillo, como sucede aquí.

Pablo López, entrenador profesional de fútbol

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