Atletismo /// San Silvestre Illa de Menorca , Quintana, rey mago en Sant LluĂ­s

31 diciembre 2012 | Por lorenzo | Categoria: Polideportivo

Rafa Quintana sacĂł la magia ayer en Sant LluĂ­s y se llevĂł, como regalo, otra victoria en la clĂĄsica San Silvestre Illa de Menorca. El atleta del ADA CalviĂ  se impuso en una prueba en la que, por encima de todo, reinĂł el buen ambiente y el sentido del humor ya que gran parte de los 348 participantes acudiĂł a la cita disfrazados.

En féminas, el triunfo fue para Marina Bagur, del CA Benacantil. Fue el epílogo mås deportivo a un 2012 que se recordarå por el boom que ha habido en Menorca en las carreras y demås pruebas atléticas.

Sant LluĂ­s estrenaba ayer un circuito para hacer mĂĄs cĂĄlido el ambiente durante la carrera. Un acierto ya que los corredores contaron con el aplauso del pĂșblico durante toda la prueba. La salida fue en el Pla de Sa Creu con direcciĂłn al polideportivo y la llegada era la recta de entrada al pueblo, lo que permitiĂł un final de carrera apretado con posibilidad de esprint para los mĂĄs preparados. En la categorĂ­a popular se tenĂ­a que dar tres vueltas al circuito para completar los 3.500 metros que tenĂ­a la carrera.

La mañana empezó con viento en las calles del pueblo aunque Eolo no amedrentó a nadie. Pronto se personaron a la carpa delante de la iglesia Spiderman, piratas, enfermeras, personas haciendo el pino, hombres invisibles, el asesino de la måscara de Scream,  Catwoman & Superwoman y otros personajes que pusieron el toque de humor a la carrera. Mås concentrados, los atletas mås preparados calentaban y definían la estrategia donde el objetivo era tumbar a Rafa Quintana, ganador del año pasado.

No sirvió de nada ya que el de Alaior, que está preparando la próxima temporada, exhibió su mejor condición para detener el crono en 10’31’’, casi bajando de los tres minutos el kilómetros, mientras que en la competición femenina, la ganadora fue Marina Bagur que logró un crono de 12’56’’.

Antes de los adultos, los mås pequeños y las personas disfrazadas compitieron en otras carreras. Al final, los corredores comentaban los mejores cronos mientras  los demås decidían qué disfraz era el mejor. En fin, todos ganaron.

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