Sports De Ca Nostra

Del Coliseum getafense salió Paradas Romero como gran triunfador. Completó su faena cortando dos orejas y un rabo. Lo malo es que a quien rebanó fue al Mallorca, víctima de un arbitraje lamentable que le obligó a jugar durante 80 minutos con diez futbolistas tras una absurda y exagerada expulsión de Ximo.

Todo arrancó con síntomas evidentes de que el Mallorca apuntaba a su primera victoria forastera. Antes de cumplirse los 10 primeros minutos el equipo había obligado a Moyà a intervenir en dos ocasiones, además de rematar al palo en otra. Parecía cuestión de tiempo que llegase el 0-1…hasta que apareció Paradas agitando una tarjeta roja en una entrada en el centro del campo de Ximo a Diego Castro. De nada valieron las protestas. El partido había quedado condicionado.

Caparrós rehizo el equipo dando entrada a Nunes por Pereira y retransando al lateral a N’Sue. El invento pareció funcionar bien, porque el Getafe tampoco creó ocasiones muy claras, pero en el arranque de la segunda parte, en un mal despeje de Anderson, el balón le cayó a Barrada, que retrasó a Diego Castro para que éste clavara su remate en la escuadra de Aouate, que no pudo hacer nada.

Con el 1-0 el Getafe se metió atrás y el Mallorca, que se había reinventado para defender y no encajar gol, tuvo problemas para llegar arriba de otra forma que no fuera a balón parado. Pero en la estrategia tuvo sus ocasiones. Primero Anderson, luego Nunes y por último Arizmendi, ésta muy clara, no fueron capaces de batir a un inspirado Moyà. Antes de eso, Paradas había vuelto a ser decisivo dejando sin sanción una clara mano del central Rafa a un paso del área que hubiera supuesto para el Mallorca una falta peligrosísima.

Se acabó la imbatibilidad, pero el equipo sigue muy vivo, y es de suponer que no siempre va a tener tan mala suerte con los árbitros. Porque esto es una lotería. Salvo que seas Real Madrid o Barcelona, a los que ayudan siempre, el resto de equipos tienen que aprender a convivir con esta ruleta rusa que es el arbitraje español, pésimo y lamentable donde los haya.