Sports De Ca Nostra

El Mallorca va  tomar una decisión drástica el año próximo con respecto al precio de los abonos -algo que a mi entender ya debería haber hecho este verano-, y va a situar el más barato por debajo de los 100 euros, contra los 240 que ha costado esta temporada hacerse socio del fondo norte. El objetivo es atraer más público al estadio. Me parece una buena decisión porque sin duda los precios son caros, pero para mí la principal razón de la deserción de aficionados es otra.Quiero diferenciar lo que yo entiendo que es problemática local de lo que es problemática nacional. En cuanto al primer punto, me parece evidente que el aficionado mallorquinista siente rechazo hacia Son Moix. Hace 13 años que juega allí el equipo y, salvo en ocasiones muy puntuales, la entrada siempre es mala. Y dan igual casi hasta los resultados. No hace tanto tiempo de las famosas declaraciones de Manzano y la paella de los domingos, y estamos hablando de una temporada, la 2009-10, en la que el equipo peleó hasta el último partido por meterse en Champions. Incluso así, la asistencia fue mala.

Sin embargo, el mallorquinismo no sólo no ha perdido fuerza, sino que yo creo que está en uno de sus mejores momentos. Los espectaculares registros de audiencia del documental del lunes, con una media de 80.000 personas frente a la pantalla, así lo demuestran. Son Moix nunca ha conseguido acercarse al carisma que tenía el Lluís Sitjar entre el mallorquinismo.

Además existe otra razón, y ésta no afecta tan sólo al Mallorca, sino a la mayoría de clubes. Más allá de los problemas económicos que provoca la crisis, lo que en realidad está echando al público de los estadios son los horarios que, muy conscientemente, programan Roures y Tebas. El objetivo no es otro que conseguir que cada vez haya más consumo de televisión y menos asistencia a los campos. Y me parece lícito. Quien paga manda. Otra cosa es que los clubes hayan vendido su alma de esta manera.

Tomemos el ejemplo del Mallorca. Habrá disputado sus cuatro partidos en casa en cuatro horarios diferentes, a cual peor: en sábado a las diez y a las once de la noche, en domingo a las doce del mediodía y en lunes a las nueve y media de la noche. Conozco muchos padres de familia que directamente no se han sacado el carné porque es tirar el dinero. No van a poder ir al campo con sus hijos porque es implanteable que regresen a casa cerca o incluso pasada la media noche, y se van a ver obligados a quedarse en casa y seguir el partido por televisión. ¿Quién sale ganando aquí? Por supuesto los operadores de televisión. Tienen al fútbol exactamente donde ellos querían: bajo su absoluto dominio.

Hecha esta reflexión, me parece correcta la medida que va a adoptar el Mallorca la próxima temporada, aunque como he dicho antes creo que llega con un año de retraso. Los ingresos por abono suponen este ejercicio tan sólo un 7% del presupuesto general. Vale la pena invertir en los aficionados, aunque sigo pensando que aunque regalen las entradas es muy difícil que, con estos horarios, la gente vuelva a los estadios.
Tomeu Maura